domingo, 15 de enero de 2012

La plaza de la Virgen Blanca

La plaza de la Virgen Blanca. Silencioso testigo del paso del tiempo en Vitoria. Con sus antiguas casas de balcones blancos rodeando el frío y gris cemento que cubre la explanada, a la vez iluminado por unas lúgubres luces que parecen remontarnos varias décadas atrás en el tiempo. Poco a poco las antiguas tiendecitas desaparecen, dejando espacio para nuevos bares con letreros luminosos. Espectadora de inicios y finales de fiesta, alegrías y penas. ¡Cuántas veces la habrá cruzado Celedón, con su característico paraguas en la mano! En invierno, al contrario, los fríos copos de nieve caen sobre ella, cubriéndola de un manto blanco y dándonos a conocer otra de sus muchas facetas. Por último, en el centro, presidiendo la plaza, la estatua. Cual huella del pasado nos recuerda a los héroes, aquellos que lucharon por esta bella ciudad, uniendo así, el presente y el pasado de Vitoria y de todo Álava.

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