Estas tres simples paredes, como si de una boca de tren estaríamos hablando, forman tal pasillo, el que termina en un punto. !Oh laberinto quieto y sombrío!
Yo, acompañado de un candelabro voy tocando las frías, húmedas y polvorientas paredes hasta encontrar una salida y pueda escapar de este infierno sin final.
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