La estrella callada, punzante en el cielo. De día, ciega, expectante, disimula y se esconde en la inmensidad del cielo. De noche, chispeante, dulce, rugosa luz que juega con su parpadeo.
Observa el pozo negro que la rodea, adornado con luces navideñas. Su belleza se refleja en el cristalino espejo de la luna,cuya quietud solo perturban los caprichosos rizos de su superficie. En su calmada costa se alzan las solitarias y verdosas siluetas del cobijo de las aves. Las lágrimas de la naturaleza se derraman una a una sobre el agua.
En la noche, sonríe en calma, atrae con su magnético parpadeo. Se rodea de siniestras, inquietantes sombras, que no logran ocultar su brillo. La mirada se pierde en su luz esperanzadora, traviesa en lo alto.
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