domingo, 18 de diciembre de 2011

"The Edukators"

“The Edukators” es una película Alemana de 2004 dirigida por Hans Weingartner y producida por Julia Jentsch, Stipe Erceg y Daniel Brühl.
La película cuenta la historia de tres jóvenes revolucionarios Jule, Jan y Peter que tratan de cambiar el mundo con sus acciones. Jule acude a manifestaciones a favor del comercio justo. Jan y Peter, por su parte, protagonizan varias invasiones a casas de familias ricas. Sin robar nada, desordenan todo y dejan una nota advirtiendo que “sus años de abundancia están contados” con el sobrenombre de “Los Edukadores”. Todo iba perfecto hasta que un día Jule y Jan, a espaldas de Peter, entran en casa de Hardenberg (un adinerado hombre al que Jule debe dinero por un accidente de tráfico). Después de varios días, cuando la misma Jule se percata de la falta de su móvil, y convencidos de que se encuentra en la casa de Hardenberg, vuelven a ir para no dejar pruebas. Estando allí, el Hardenberg aparece y, esta vez con la ayuda de Peter, deciden raptarlo. Tras un principio de historia completamente improvisado, la vida de los cuatro se convierte en un guión que deben seguir con exactitud para no causar más daños. Durante toda la película se tratan temas como la injusticia y la felicidad, con el enganche inicial de los altibajos de una relación amorosa y sus desengaños. Cuando parece que los cuatro, cada uno bajo sus principios, están de acuerdo en que la injusticia en la vida es el tema predominante en el mundo, acurre un hecho que recordarán siempre y los tres jóvenes se dan cuenta de que “hay gente que no cambia nunca”.
La película está rodada en dos escenarios principales. En el comienzo de la película (sirviendo de escenario la ciudad), se toman las decisiones más importantes y se crean graves discusiones entre los protagonistas. En el desarrollo (el escenario natural estando en el monte), se crean dudas sobre la felicidad y la libertad en los protagonistas, incorporando de forma excelente la música apropiada. En este caso el “Hallelujah” de Rufus Wainwright. El contraste se observa claramente, cuando al final de la película vuelven a la ciudad y la calma de la naturaleza se quiebra drásticamente.
Aunque hay gente que piensa que el director Hans Weingartner hizo esa película con la intención de “educar” al espectador, yo soy más de la opinión de Katia Nicodemus, cuando afirma que “Es una película utópica, pero no intenta “educar” al público. El director se limita a formular las preguntas que todos hacemos o hicimos”.

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